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Mostrando las entradas de 2025

¿Quién nos puso esta mochila?

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El presente artículo es resumen de otro más extenso elaborado por A+C Consultores . Las consideraciones de indole "más técnica" se han quitado del cuerpo principal y se incorporado en las notas al pie . El gobierno argentino se encuentra hoy  altamente endeudado , no es ninguna novedad. Ha tomado deuda de diferentes formas, le ha pedido dinero a propios y extraños y hoy le debe a cada santo una vela.  En rigor, endeudarse no es malo. Muchas familias acceden a bienes de capital como autos o viviendas a través de la toma de deuda, muchas empresas crecen con proyectos de inversión que financian con deuda, muchos gobiernos desarrollan la infraestructura de un país utilizando dinero prestado. Lo malo no es endeudarse, sino endeudarse excesiva y descerebradamente , es decir, tomar una duda que no se va a poder pagar (porque los ingresos del agente no pueden soportar la devolución del dinero en cuotas) o aplicar los fondos que se toman a actividades o proyectos que no generarán recu...

Terror a flotar

En el año 2000 un economista argentino (Guillermo Calvo) y una economista cubana/estadounidense (Carmen Reinhart) escribieron un importantísimo artículo titulado “Fear of floating” (miedo a flotar). Usando amplia evidencia internacional demostraron que los gobiernos nunca dejan el tipo de cambio totalmente libre. Aún cuando declamen un sistema de flotación, controlan indirectamente el tipo de cambio, utilizando las reservas de su banco central o las tasas de interés. Con estos instrumentos moderan sus fluctuaciones, de manera que observándolos (y viendo si se mueven mucho o poco) podemos saber si el sistema es libre o no, más allá de las declaraciones de los funcionarios. Argentina es un excelente ejemplo: aún un gobierno libertario, que lleva en su ADN el libre funcionamiento de los mercados y abomina el control de los precios, no se atreve a liberar un precio fundamental como es el del dólar.   En la primera parte de estas notas he tratado de abordar el tema en una forma...

Los argentinos, desenfocados

Hace pocos días el Tribunal Oral Federal N°2 condenó a la expresidenta Cristina Fernández a seis años de prisión, por corrupción en la obra pública en Santa Cruz, inhabilitándola además de forma perpetua para ejercer cargos públicos. De inmediato, en las calles, los bares, los paseos públicos, las redes sociales y los medios de comunicación, se disparó la polémica. Desde ese día y hasta hoy, me ha tocado (seguramente también a usted) escuchar argumentos de toda índole, algunos de los cuales son, palabras más, palabras menos: • Merecía ser condenada por los delitos que cometió • No merecía ser condenada porque no cometió ningún delito • Debió aplicársele una pena mayor, pero como es poderosa... • Debió aplicársele una pena menor, pero como es poderosa... • Fue una venganza política. • Lo urdieron sus opositores, que se benefician con el fallo porque se sacan a Cristina de encima. • Lo urdieron los mismos peronistas, que se benefician con el fallo porque se sacan a Cristina...