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Mostrando las entradas de diciembre, 2020

Una papa caliente

Cientos de veces hemos escuchado decir que "los argentinos estamos obsesionados con el dólar", que "es una conducta irracional" y que "en otros países eso no pasa". La tercera afirmación es cierta , pero a mi juicio las dos primeras son falsas. Por lo menos les quitaría las palabras obsesión  e irracional: l os argentinos no somos más obsesivos ni  menos racionales que los chilenos, uruguayos o colombianos. Esta conducta de los argentinos tiene una explicación bastante sencilla desde el punto de vista económico y entenderla es el paso inicial ineludible para desactivarla con éxito. No entenderla implica seguir apuntando mal y, no sólo no desactivarla, sino profundizarla. La explicación del problema tiene tres "patas", que al relacionarse dan lugar a la obsesión (permítanme usar la palabra aunque no creo que sea apropiada) y la hacen crecer. La primera "pata" se refiere a nuestra moneda . Los argentinos no queremos tenerla encima porque

Veinte veinte cambalache

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En Economía las proyecciones acerca del futuro son más importantes que la historia para la toma de decisiones, ya que cualquier decisión que tomemos hoy se materializará en el futuro.  Sin embargo, la historia también importa porque el paso del tiempo se va sedimentando  sobre agentes económicos (una persona, una empresa, un gobierno, un país) y configurando una característica que los define para bien o para mal y que influye decisivamente en sus posibilidades futuras de éxito: la reputación. "Este 2020 sí que ha sido un cambalache" .  Un querido amigo. El 2020 nos ha alterado, en muchos aspectos nos ha superado y en muchos casos también nos ha hecho pensar y mirar la realidad con ojos nuevos . Descubrimos cosas en las que no habíamos reparado: a muchas familias no les alcanza para comer, muchas personas trabajan en la informalidad y en forma precaria, los maestros y los médicos en hospitales públicos cobran mucho menos que los políticos y sus asesores, en la casa no se apre

Entonces... ¿devaluamos o no?

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"Presidente que devalúa, presidente devaluado." Refrán popular en Latinoamérica Una de las preguntas recurrentes entre los argentinos es si habrá o no devaluación (no ahora, desde hace setenta años). Y también otra relacionada: ¿cuándo? y finalmente otra, tal vez de menor importancia (aunque no debería serlo): ¿cuánto? Contestarlas es siempre difícil, porque los políticos nunca han usado a la devaluación de la moneda como lo que realmente es: un instrumento de política económica encaminado a resolver problemas de ahogos en las cuentas externas a través de un cambio en los precios relativos. No lo han hecho porque la devaluación, si bien tiene este efecto benéfico, lo tiene en el largo plazo, pero en el corto plazo presenta efectos colaterales indeseables: inflación y recesión al menos en los siguientes ocho meses. Políticos cortoplacistas como los nuestros nunca pueden considerar la posibilidad de una medida que en el corto plazo traiga problemas y en el largo plazo las soluc