La suerte de Angela


A través de su sutil película MATCH POINT, Woody Allen dejó claro que la suerte juega un rol fundamental en la vida de las personas. Alguien deberá decirselo a Angela Merkel, para que no se crea tan importante ni se sobrevalore.

Días atrás supimos que Merkel dejaba el poder en Alemania luego de 16 años. Lo hacía con más del 70% de popularidad,  viviendo en el mismo departamento que cuando asumió el cargo y manejando el mismo automóvil.  

Angela manejó con mano maestra el ajuste que debieron hacer los europeos luego de la crisis 2008, “poniendo en caja" a los discolos griegos, españoles e italianos, cuyo comportamiento ponía en riesgo a una coalición inestable como la Comunidad Económica Europea. “Pero se separó Gran Bretaña “ me dirá usted.  Sí, respondo, ante semejante terremoto SOLAMENTE se separó GB, que hace tiempo venia buscando excusas para hacerlo y que ahora se resiste a acelerar su salida. Manejó también con habilidad el problema de los refugiados de Asia y las migraciones desde Africa, situación en la que debió enfrentar a los propios alemanes y donde la religión y el racismo le configuraron un coctel de altísima volatilidad.

Al escuchar sobre el desempeño de Merkel, las reacciones de los argentinos fueron casi todas del mismo tenor: “qué afortunados son los alemanes", “igualito a nuestros politicos", “ojala acá tuviéramos dos o tres como ella", etc., mostrando la incómoda mezcla de envidia y desazón que surge ante lo inalcanzable.

Pero buena parte de nuestro deslumbramiento se desvanece cuando entendemos que En la vida de Merkel el factor SUERTE fue fundamental: ella nació en Alemania. Si hubiera nacido en Argentina, otra hubiera sido la historia.

Es cierto que los políticos argentinos dejan mucho que desear, pero tambien es cierto que culparlos de todos nuestros males es “muy argentino", culpar a otros es una de las cosas que mejor hacemos. Existiendo democracia tanto en Alemania como en Argentina, la pregunta que debería inquietarnos no es por qué ellos tienen mejores políticos que nosotros sino cómo es posible que allá una persona como Merkel llegue a la cima, mientras que acá llega otro tipo de gente y  “las Merkel o los Mujica" se quedan en el camino . No llegan por cansancio, por desinterés o simplemente porque cuando asoman no los votamos o porque los ineptos y corruptos los eliminan por el camino, cuando sienten amenazada su parcela de poder..

Mi pregunta entonces es: con una mano en el corazón ¿cree ud que los argentinos le hubiéramos tenido a Merkel doce años de paciencia mientras administraba el ajuste post 2008 o diez años mientras buscaba entendimientos con otros líderes europeos, con los refugiados golpeando sus puertas? Lo más probable es que la hubiéramos corrido de la escena al poco tiempo, en busca de algún atajo milagroso propuesto por algún oportunista que nos endulzara los oídos.

Formulando la pregunta a la inversa: ¿ve usted en la Alemania de hoy a algún Boudou o un Santiago Cafiero llegando al poder y manejando los asuntos de la CEE? No los veo. Allá Boudou se queda en el camino, acá se queda Merkel, ambos elecciones mediante.

Los alemanes no tienen funcionarios mejores, sucede que eligen personas mas capacitadas para la función publica. Y si no funcionan, no las vuelven a elegir. Han aprendido bien las durísimas lecciones que les dejaron una separacion muy traumática, el nazismo, dos guerras mundiales perdidas y una unificación muy compleja.

Estoy seguro de que en Argentina tenemos mas de una Merkel y mas de un Mujica, pero seguramente están dedicados a otra cosa, temerosos de “quemarse" si entran en política o deseosos de alejarse lo más posible de ella luego de alguna amarga experiencia. Y en ese circulo vicioso de mentiras, decepciones, atajos de corto plazo, clientelismo político, listas sabana, candidaturas testimoniales, movilizaciones organizadas, votos bronca y caras repetidas, Merkel hubiera sucumbido pronto bajo el zapato o la bota de algún  oportunista, avalado transitoriamente por el “concurso de belleza entre feos" que resultan ser nuestras elecciones.


Comentarios

  1. Ciertamente, estimado Alejandro; coincido con tu punto de vista. No estamos preparados para una Merkel o un Mujica. En definitiva, somos nosotros, el electorado, el que termina convalidando la democracia populista que nos endulza con un realismo mágico. Pero además, agregaría que carecemos de una élite de dirigentes que piensen en el largo plazo y que se animen a trazar planes estratégicos y "patrióticos". En ese sentido, la suerte no juega a favor de los argentinos...

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  2. Que verdades Alejandro. Tenemos un sistema de democracia representativa , que ha dejado de representarnos a los ciudadanas. Debemos trabajar incansablemente para que esto se modifique.

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  3. Buenísimo Alejandro !!
    Yo coincido en que el problema no es la Argentina sino los que estan dentro.Que lamentablemente hay corruptos en todas partes y que votemos a quien votemos siempre termina igual.Necesitamos pasar hambre,guerras,etc para poder cambiar la "Cabeza".
    Hemos perdido educación, valores,dignidad ,...

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