No sabe, no contesta

"El plan macroeconómico que perseguimos es una pieza central pero no aislada de un Proyecto Nacional de Desarrollo, que tenemos claro y que comprende múltiples áreas interrelacionadas"
Presidente Alberto Fernandez en su discurso de asunción, diciembre de 2019. 

"Por supuesto, nuestro plan económico existe, lo conocen y lo saben todos"
Presidente Alberto Fernandez a la periodista Viviana Canosa, marzo 2020.

"Francamente, no creo en los planes económicos"
Presidente Alberto Fernandez al Financial Times, julio 2020


La política económica puede ser encarada sobre la base de reglas o de actuación discrecional.  En la vida de una persona sucede lo mismo: usted puede decidir bañarse cada mañana a las 7hs cuando se levanta o bien hacerlo en la hora en que le vengan deseos durante el día; su familia puede decidir cenar todos juntos entre las 21 y las 21,30hs o que cada uno cene cuando quiera. En cada caso, la primera opción implica sujetarse a reglas y la segunda actuar con discrecionalidad. 

En política económica es similar: un gobierno puede sujetarse a la regla de noy emitir más de cierta cantidad de dinero por año (regla monetaria) o puede decidir emitir lo que haga falta cuando haga falta (discreción). Puede decidir que tendrá déficit fiscal cero (regla fiscal) o que tendrá el que resulte de las decisiones de gasto que por diversos motivos deberá tomar en el año (discreción).  

Cada postura tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sin entrar en profundidad en la discusión, las reglas tienen la ventaja de aclarar el panorama tanto para el gobierno como para la gente porque evitan caprichos y sorpresas, mientras que la actuación discrecional permite tener flexibilidad cuando las circunstancias cambian. 

Vamos al caso. Que el presidente diga que "no cree en planes económicos" puede ser válido, tal vez prefiere la absoluta discrecionalidad en todas las áreas de política económica. Puede llamar la atención que este presidente haga tal cosa cuando pertenece a un partido que siempre gustó de corporativizar y direccionar la sociedad y cuando sus socios de turno son partidarios de la economía y planificada (como lo mostraron en su gestión anterior). Pero viniendo de él, camaleónico por naturaleza y ambiguo por adopción, no me sorprende y diría que hasta me reconforta: si dice que no cree y que no lo tiene, entonces es probable que crea y lo tenga.

Aún así, no deja de intranquilizarme lo que tenga pensado y por eso me gustaría saberlo pronto para tomar mis decisiones mejor informado. Me imagino que a usted, del partido que sea, también.

Pero más allá de las especulaciones, si el presidente no desea armar un plan económico, que no lo haga, o si quiere, que lo haga y no lo presente como tal. Pero sin duda, lo que no puede dejar de hacer es dar respuesta a preguntas clave respecto a lo que hará cuando pase el temblor. Porque la gente necesita (y merece) saber qué hará el gobierno "el día después" respecto a estos algunos temas centrales, porque de ello depende el futuro cuasi-binario de la economía. 

Concretamente, sería muy importante que el presidente dé señales claras respecto de:

  • ¿Cómo va a recomponer las cuentas fiscales luego de que el déficit haya escalado desde dos hasta siete puntos (o más) del PIB?
Si no lo hace, no podremos saber cómo va a  honrar la nueva propuesta de pago que ha hecho a los acreedores (o si va a hacerlo) porque si no hace la corrección (aunque sea gradual), en un año estaremos ante una nueva renegociación pero con mucho menor poder.

  • ¿Cómo absorberá la enorme liquidez derivada de la duplicación de la base monetaria en 2020 (para atender a las necesidades de la pandemia) antes de que la demanda retenida se vuelque a los mercados? 
Si no lo hace la inflación, reprimida en estos meses por la cuarentena, explotará cuando la demanda de dinero (hoy artificialmente estabilizada) se transforme en demanda de bienes o de dólares.

  • ¿Cómo va a desarmar la nueva "bola de nieve" de leliqs que se habrán acumulado en el pasivo del BCRA, sin hacer volar las tasas de interés? 
Si no la desarma ordenadamente, el desarme se producirá en forma no deseada, al no poderse renovar esas letras y obligar a defaultearlas, a canjearlas compulsivamente (¿recuerdan el PLAN BONEX?) o a emitir dinero nuevo para pagarlas. Y recuerdo que cuando era aún candidato, Fernandez dijo que no las pagaría...

  • ¿Cómo recuperará el empleo formal?
Si no lo hace la situación social se volverá insostenible en poco tiempo, ya que los empleados informales (que son los que más han sufrido) podrán insertarse en la economía, pero con condiciones peores a las que tenían antes de la pandemia.

  • ¿Cómo va a estabilizar la demanda de dinero para evitar la corrida hacia bienes (inflación) o hacia dólares (devaluación)? 
Si no lo hace la desmonetización (huida del dinero nacional) operará con rapidez y aún cuando absorba el dinero inyectado, puede marchar hacia la aceleración inflacionaria.

  • ¿Cómo va a sostener alto el tipo de cambio real? 
Para darles chance de recuperación a los sectores transables (en particular exportables) si al mismo tiempo que quiere usar el tipo de cambio como ancla inflacionaria  pero la inflación sigue por encima del 40% anual. 

Estas no son preguntas que se me ocurren porque sí y al voleo. Son decisiones clave que necesariamente deben tomarse, sin un mínimo espacio para procastinar en ninguna de ellas. Hoy existe una alta incertidumbre sobre el futuro pero si hay algo de lo que sí estoy seguro es que cuando la economía se pone en marcha nuevamente, no se quedará "en pausa" esperando a que el gobierno decida si quiere tener plan económico o no, Empezará a marchar y deberá ser encarrilada de inmediato, para evitar desbordes. 

Entonces, cada una de estas preguntas implican decisiones que deben tomarse sí o sí. No sirve menospreciarlas o postergarlas, porque van a insertarse en la agenda presidencial el "día uno" de la recuperación, si no antes. Y para la gente que toma decisiones hoy, sería muy bueno tener algunas pistas (no digamos certezas) sobre ellas lo antes posible.  Decir "ya veremos" o "estamos trabajando en eso" es muy peligroso, casi suicida.

Sr. Presidente, ojalá que su gobierno tenga un plan aunque usted no lo conozca o no quiera dejarlo trascender. Y ojalá que tenga respuesta para todas las preguntas ant.eriores. Ya sé,  para no sacar los pies del plato usted me dirá que le importan temas mas trascendentes, como la pobreza o la desigualdad. A mi también, pero le garantizo que si no da respuesta a esas preguntas antes, nada podra hacer en otras areas, la historia argentina nos lo mostrado claramente y en más de una oportunidad.

Si ya tiene las respuestas, por favor compártalas con nosotros, con la gente, para quie tomemos decisiones con mayor certidumbre y evitemos los temores y las estampidas, que tienen como base la desconfianza. Si no las tiene y está poco preocupado por tenerlas, la economía no lo va a esperar y la ola va a pasarle (y pasarnos, claro) por encima. 

Aunque no lo parezca, es una crítica constructiva porque la hago ex-ante, no con el diario del lunes. Sólo pretendo avisar, no criticar. Cuando usted en agosto del año pasado levantó la mano para que lo voten, debió saber que cuando las papas queman, la opción "no sabe/no contesta" no iba a figurar entre sus alternativas. Y ahora queman.


Pd: A usted que tuvo la gentileza de leer hasta acá le digo, entre nosotros, si el plan que anuncia el presidente (porque seguro que algo va anunciar) no da respuesta a los temas anteriores, o los menosprecia, cúbrase.

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